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Rodmann was there | Relato Erótico

Rodmann · octubre 6, 2020 · 37 comentarios

Recuerdo aquellos años de duro trabajo en donde predominaba una ilusión. Unos buenos años en los que no se apreciaba muy bien los éxitos ya que estabas tan centrado en el próximo proyecto que daba igual. Los disfrutabas, pero creo que no terminábamos de ser conscientes de lo que estaba pasando.

Fueron los comienzos, allá por el año… (no me puedo creer como pasa el tiempo).

Todo ocurría en un reservado de uno de los locales de mi ciudad el cual estaba en auge en aquel momento. Era noche de presentación y por supuesto celebración por todo lo alto.

Una cantidad inesperada de personas hacían cola en un pequeño teatro de la ciudad. Yo observaba junto con un compañero de profesión la cantidad de rostros desconocidos allí presentes exceptuando a dos, una presentadora muy conocida en el momento junto a su marido y otra celebridad aún por descubrir.

Entre la multitud una mano me saluda a lo lejos, es Cristina. Una amiga, compañera y colaboradora en muchos de mis otros trabajos en el mundo del cine y la escritura. Un amor o más bien deseo cumplimentado a medias por parte de los dos. Teníamos muchas cosas pendientes, pero no iba a ser en ese momento.

Cristina era por aquel entonces una chica espectacular cinco años menor que yo. Era una estudiante ejemplar y por la noche trabajaba en variadas discotecas de Gogó y bailarina de Pool Dance.

Recuerdo a la perfección su vestimenta. Camisa ajustada, mini falda de cuero y unos zapatos de tacón stillettos grises con un pequeño broche y una cinta por talonera. Era imposible no mirarla. Mil ojos estaban sobre ella, pero los suyos me enfocaban solamente a mí.

El evento duró aproximadamente una hora y media, después de un enorme monólogo y doble ración de aplausos tocaba comer algo y llegar a la fiesta.

Salimos unos compañeros de producción y yo por la puerta principal y a lo lejos una voz me llamó la atención pronunciando mi nombre, no mi apodo. Era ella y no venía sola.

— Hola Cris.
— Hola ¿Qué tal?, ¿A dónde vais? — preguntó

Miré a su derecha, una mujer se aproximaba a nosotros sonriendo.

— Hola — sonreí mirando a la desconocida.
— ¡Ah! Perdón. Esta es mi madre — contestó Cristina.
— Encantado, un placer — me presenté.
— El placer es mío y enhorabuena — me felicitó con una sonrisa y algo de desconfianza.

Hubo un silencio un tanto incómodo hasta que un chico de producción dijo:

— ¿Te vienes?

Para mí no era la mejor idea. Quería disfrutar de la noche sin ninguna obligación ni ataduras. Cristina me encantaba, pero no quería estar anclado a nadie.

— ¿Te importa mamá?

La madre me miró.

— ¿Dónde vais? — preguntó
— A la plaza de toros, es un local reservado.
— ¿En coche? — pregunta la madre.
— En el mío — afirmo
— Tened cuidado — advirtió y sonrió mientras le daba dos besos a su hija y se retiraba de la escena.

En ese momento la modosita Cristina se liberaba y se convertía simplemente en Cris, la que realmente conocía.

Llegamos al reservado y la seguridad del establecimiento nos da paso, subimos unas escaleras y toda una sala para nosotros.

Cristina no se separa de mi ni para pedir una simple copa y yo tengo que interactuar con los allí presentes. Cada vez que me acerco a alguien la primera pregunta después de la felicitación es si Cristina es mi pareja.

Ella sonríe al parecer no le disgusta la situación. Yo tampoco estoy incómodo, pero no era ese el plan.

Después de unos bailes y ser el centro de atención masculino opta por sentarse en una silla mientras pido una copa.

Me apoyo en la barra cuando al segundo parece que la tengo detrás. Noto una mirada clavada en mí. Me giro, pero no es ella. Es una joven de unos 18 años muy llamativa pero horrendamente vestida. Recuerdo esos vaqueros y unas zapatillas converse y una especie de camisón horroroso a cuadros como los manteles italianos.

— Hola.

La chica se gira y me sonríe.

— Hola ¿qué tal?
— Muy bien, ¿estuviste en el teatro? — le pregunto.
— Sí, justo en los primeros asientos — me contesta muy simpática.
— ¡Vaya!, por eso no me di cuenta, tanto foco me enceguece.
— Lo sé, es horrible.
— ¿Lo sabes? — le pregunto.
— Sí, tengo experiencia en focos — sonríe.
— ¿De donde eres? — le pregunto
— Madrid
— Me encanta Madrid
— ¿Y tu de donde eres? — me pregunta.
— Granada.
— No tienes acento— me responde.
— Nunca lo he tenido.
— Pues a mí encanta el acento andaluz.
— Pues tendré que practicar — sonrío

En la lejanía Cris me mira fijamente y noto un poco de rabia en su mirada, se levanta y se acerca.

— Al final se me derrite el hielo — interrumpe

La chica la mira, me sonríe y coge su copa.

— Bueno, ha sido un placer — se despide
— ¡Perdona! — la paro

La joven me mira.

— ¿Eres artista, actriz, cantante? — le pregunto.
— Sí — me contesta con una media sonrisa y se pierde entre los allí presentes.

Miro seriamente a Cristina.

— ¿Te mola o qué? — me pregunta.
— ¿Qué mas da eso ya?, con tu impertinencia tu pregunta queda obsoleta.

Cristina se ríe.

— Suelta el cubata.
— ¿Para qué? — pregunto.

Cristina me lo quita de las manos, me agarra el brazo y tira de mí.
Yo me dejo llevar.

— ¿A dónde vas? — le pregunto.

Me lleva hasta la otra esquina del pub, en donde se encuentra una barra sin camarero y fuera de servicio. Está un poco oculta y oscura.
Cristina se agacha y se mete dentro y yo la sigo no sin antes darme un cabezazo con la madera la cual hubiera sido mejor levantarla antes de entrar.

— Estas como una puta cabra — le digo
— Cállate ya coño y hazme caso.

Justo en la pared de la barra había una pequeña puerta que daba a una pequeña despensa.
Cristina la abre y me incita a entrar.

Una vez dentro me empuja contra la pared de manera agresiva y me mira con cara desafiante.

No me esperaba eso.

— ¿Qué te pasa abuelo, ahora te van las jovencitas? — me pregunta provocando.

Me acerco lentamente hasta quedarme a un palmo de su cara. Me coloco la camisa, la miro fijamente mientras me sigue provocando con la mirada.

— Como vuelvas a decir una palabra más…
— ¡Qué! — me interrumpe.

Al momento la agarro del pelo, la llevo contra la pared, aprieto su cuello y la beso mientas desabrocho su camisa y azoto con fuerza sus pechos.

— Cabrón — grita.
— ¡Cállate joder! — le susurro

La inclino, le levanto la falda y azoto con fuerza una y otra vez sus nalgas mientras la tengo presa por su cabello.

En cada azote chilla como una loca. Tengo que parar o nos van a descubrir.

— ¡Te vas a callar! — le pregunto calmada y seriamente.
— Eres un cabrón — sonríe.

Tiro de su melena hacia atrás, le como los pechos y los azoto un par de veces más.

— ¡Joder! — exclama.

La suelto, coloco mis manos en su cara y la beso despacito.
Me agarra mi mano y se la coloca en la cabeza mientras se agacha poco a poco y me desabrocha el pantalón.
Me lo baja.
Cierro mi mano agarrando su cabello y en segundos noto su boca en mi sexo.
Me mira mientras intenta ahogarse entre mis deseos y llora lagrimas de perversión mientras ayudo a que se produzca dicho momento.

Cada vez estoy más excitado al verla y al sentirla. Quiero follarla.
Intento hacer que se incorpore, pero no me deja, sigue centrada en hacer gozar.

— ¡Levántate! — le ordeno mientras le tiro de la melena hacia arriba.
— ¡No!

Por más que lo intento no me deja.

— No, que me duele —me explica.
— Lo intentaremos — le contesto como puedo.

Ella me conoce y sabe que lo hare, por ello aumenta el ritmo y me gana la carrera.

De un gemido exploto de placer y el resultado chorrea por sus pechos mientras me mira con cara de sádica y se empapa de mí mientras me agarro a su cabello para no perder el equilibrio.

La miro y me sonríe mientras se relame los labios y se limpia una gota de su mejilla.

Me siento en un barril de cerveza mientras me subo el pantalón.
— Súbete aquí, quiero comerte — le ordeno.

Cris se ríe.

— No.
— ¿Por qué? — le pregunto.
— Porque no quiero — responde con sonrisa pícara.

Miro sus pechos grandes, perfectos y manchados. Se frota sus pezones y me guiña el ojo.

— Estás llena, voy a salir y te traigo algo para limpiarte.

Cris me señala la estantería la cual está llena de productos de limpieza y papel higiénico.

— ¿Tú has estado aquí antes? — le pregunto.
— ¿Tú que crees?
— No tengo duda.
— Demasiado seguro estás — me contesta mientras se limpia y se asea.
— ¿Cómo se te ha ocurrido?
— No me gusta que la gente pase de mí y además tenía ganas de chupártela. ¿Algún problema?
— Todo lo contrario.
— No siempre mandas tú, podrás dominarme y someterme, pero siempre que lo hagas piensa que ese acto es debido a que yo creo esa influencia y deseo. Tu dominas mi cuerpo, pero yo domino tu mente. Estoy diez pasos por encima de ti. Si quiero que te corras, te corres. Yo soy la que digo donde, cuando y como. Tu solo eres la herramienta a la que doy libertad de actuar aun sintiendo la mayor de las perversiones en mi dolorido cuerpo.

Tiene sentido.

— Yo seré tu sumisa en tu mundo, pero haces lo que quiero que hagas. Tu crees que lo de ahora son por celos, te sientes importante, pero lo de ahora ha sido porque quería y he aprovechado esa situación para hacerte creer que manejas la situación y aceptaras venir hasta aquí.
Me acerco a ella y la agarro del cuello.

— Y ahora…
— Ahora es cuando crees que me vas a follar y todavía no sabes que te vas a ir a casa sin probar mi coño y te vas a hacer una paja en la cama acordándote de mí.

Se suelta de mi agarre, se acerca y me mete la mano por el pantalón.

— Puedo meterme en tu mente cada vez que me de la puta gana. Mañana me cuentas si no es así.

Sonrío

— Y ahora me pides un cacique con coca cola — me guiña el ojo.
— Muy bien.

Le cedo el paso y le azoto el culo con fuerza hasta casi levantarla del suelo.

— Hijo de puta— me lanza una bofetada, pero la paro.
— Ahora ambos nos acordaremos el uno del otro esta noche entre masturbación y masturbación — le guiño el ojo.

Sonríe.

Después de esa noche, el tiempo nos separó durante años, las redes sociales nos conectaron y hace días tuve el placer de compartir y recordar estos momentos junto a ella con la amistad que nos une y el respeto que nos mantiene a distancia.

Archivado en:Relatos Etiquetado con:Erótico, Hechos Reales, Rodmann

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Comentarios

  1. Esteffi dice

    octubre 6, 2020 en 12:35 pm

    Esos momentos que nos regala y nos roba el tiempo. Esos momentos que vivimos y soñamos. Esos momentos únicos que deseamos repetir.

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 6, 2020 en 1:04 pm

      Como dije en mi post de Twitter. Todo llega y cada vez más rápido

      Responder
  2. Maika dice

    octubre 6, 2020 en 1:11 pm

    Increíblemente erótico,súper excitante….te quedas con ganas de más.
    Brutal!!!

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 6, 2020 en 1:32 pm

      Gracias. Habrá mucho más. 😉
      Es un placer para mí que te guste.

      Responder
  3. EMR dice

    octubre 6, 2020 en 5:59 pm

    Me ha encantado, super morboso!!!. Son locuras que siempre quedan en el recuerdo…

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 6, 2020 en 7:25 pm

      Tienes toda la razón, pero las nuevas aventuras son un misterio por resolver.

      Responder
      • EMR dice

        octubre 6, 2020 en 8:16 pm

        La mejor aventura es vivir la vida de tus sueños…eso es lo que nos mantiene vivos.

        Responder
  4. Ágata dice

    octubre 6, 2020 en 6:23 pm

    Son momentos únicos, que siempre estarán ahí ,para endulzarte con el recuerdo de querer y no poder . Excitante y perturbador deseo incontrolable de querer hacerla tuya , siempre maravilloso todo lo que escribes 😘

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 6, 2020 en 7:26 pm

      Gracias preciosa, gran comentario y gran verdad.

      Responder
  5. Vicky dice

    octubre 7, 2020 en 4:22 am

    Un momento maravilloso y con ansias de que relates otro encuentro más actual. ¿Seguirás siendo su sumiso en tu mente? Me encanta…… Quiero más…..

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 7, 2020 en 4:02 pm

      Gracias linda! Vas a tener mucho más y unas colaboraciones geniales. Vamos allá

      Responder
  6. La chica de enfrente dice

    octubre 7, 2020 en 6:13 am

    Muero por saber si habrá algún relato con esa chica misteriosa de 18 años….. Me da a mí que promete…..

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 7, 2020 en 4:03 pm

      Saldrá mucho más de ella. No lo dudes. Ya está enterada y lo peor es que le encanta.

      Responder
  7. Marta D' Argüello dice

    octubre 7, 2020 en 12:12 pm

    ¡¡Que placer volver a leerte, mi caballero!!
    Creo que más allá de lo excitante del relato, lo que empapa de lascivia y deseo este texto, es saber que pasó en realidad.
    Obviamente que espero más.
    Bienvenido nuevamente al ruedo, mi querido Rod.

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 7, 2020 en 4:04 pm

      Gracias Martita, me alegra que te encante y si. Así fue y aún tengo más en las cloacas de la perversión.

      Responder
  8. Mari dice

    octubre 7, 2020 en 1:29 pm

    Uffff que erotico, me encanta, quiero más, quiero leer como la sometes, me gusta, quiero más!!

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 7, 2020 en 4:05 pm

      Ummm gracias Mari, con Cristina no llegó a más aunque si quieres saber más acerca de la posesión erotica… Lo vas a leer.

      Responder
  9. Mari dice

    octubre 7, 2020 en 1:31 pm

    Me ha gustado, ella rebelde, a un dominante a veces les gusta que se revelen para castigar, deseando poder seguir leyendo, bravo me gusta 👿

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 7, 2020 en 4:06 pm

      Mil y una gracias amor!

      Responder
  10. Sonia dice

    octubre 7, 2020 en 4:38 pm

    Me encanta lastima no encontrar alguien así, existen hombres así ❓por que yo no he encontrado ninguno, ese erotismo y sensualidad Le dejan a una con ganas de mas

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 8, 2020 en 5:09 pm

      Claro que existen, y te aseguro que lo encontrarás. 😉

      Responder
  11. Grisel dice

    octubre 7, 2020 en 6:02 pm

    Ufff me fascinó, me transporte automáticamente como ver una película mientras se filma… Y siempre quedan ganas de más, mucho más!!! Amo tus escritos, mil felicitaciones!!!

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 8, 2020 en 5:10 pm

      Mil gracias, es el estilo de escritura. Me alegro que te exciten y te den mucho que pensar antes de ir a dormir. 😉

      Responder
  12. Vanessa dice

    octubre 8, 2020 en 8:16 am

    Uuuffffff que pasada 🔥🔥🔥🔥🔥

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 8, 2020 en 5:10 pm

      Gracias Vanessa! muakssss!!!

      Responder
  13. Yube dice

    octubre 8, 2020 en 11:15 am

    Que refrescante leerte Ro, además algo de la vida real erotismo puro. Sigue escribiendo y deleitando al mundo con tu talento que es mucho. Desde ya con ganas de leerte nuevamente beso grande 💋

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 8, 2020 en 5:11 pm

      Una alegría volver a leerte y volver a verte preciosa.

      Responder
  14. Nieves dice

    octubre 8, 2020 en 7:21 pm

    Te leído x primera vez y me a encantado,😍con ganas d leerte más,mis felicitaciones…..uuufff🔥🔥erotismo puro,la vida real☺️

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 11, 2020 en 10:05 am

      Muchísimas gracias Nieves!!! Pués pasa y ponte cómoda. Habrá muuucho más. 🔥

      Responder
  15. Lorena Fuentes dice

    octubre 11, 2020 en 4:05 am

    Woao, siempre he admirado tu capacidad de plasmar el erotismo y leer que es real pica en la curiosidad.
    Te entrevisté hace seis años y te lo dije tienes la capacidad de emocionar.
    Besos.

    Responder
    • Rodmann dice

      octubre 11, 2020 en 10:07 am

      Muchas gracias Lorena. Recuerdo la entrevista a la perfección. Y que me diga eso una profesional como tú es todo un halago ♥️

      Responder
  16. Nines dice

    noviembre 17, 2020 en 6:58 pm

    Me encanta tu relato especular

    Responder
  17. Ana dice

    noviembre 17, 2020 en 8:55 pm

    Wow!! Siempre digo, que no te lo cuenten, vívelo! Pero contado por ti, es vivirlo!! A sus pies, maestro!!

    Responder
  18. María del carmen dice

    noviembre 17, 2020 en 11:37 pm

    El éxtasis es dar y quitar a la vez y ser tu misma compartir tus fluidos corporales para convertirse en un solo ser y llegar al alma para dejar con ganas de más el texto seductory excitante como tú un beso gracias por compartir

    Responder
  19. María del carmen dice

    noviembre 17, 2020 en 11:39 pm

    Texto seductor y excitante como tú un beso gracias por compartir

    Responder
  20. Ana Maria dice

    noviembre 19, 2020 en 3:35 am

    Excelente enlace de letras, excitante.primera vez que te leo.me encantó.

    Responder
  21. Victoria dice

    noviembre 19, 2020 en 6:21 am

    Excitante!! Se me eriza la piel. Es la primera vez que te leo y es fascinante el cosquilleo que me has hecho sentir con tus palabras.

    Responder

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